02 d’agost, 2007

La pierna que nos llevó a Huelva

Era todavía invierno (o quizás ya despuntaba la primavera) cuando Adrián y yo decidimos inscribirnos en una prueba deportiva bastante exigente que va a tener lugar la primera semana de septiembre en los Alpes. Con ese objetivo en mente elaboramos un metódico plan de entrenamiento. Al poco de haberlo empezado, Adrián comenzó a tener molestias en la parte posterior del muslo izquierdo. Decidió bajar el ritmo por un tiempo pero las molestias se agudizaron y fueron extendiéndose hasta el gemelo y el tendón de Aquiles. Al cabo de un mes de mísero entreno y ninguna mejoría, decidió ir a ver a un fisioterapeuta que le pillaba cerca del trabajo. El hombre ­­-de pocas palabras pero con clientela de elite, a juzgar por las fotos de su consulta-, le dio una mezcla de hierbas para que cada noche se hiciera un emplaste, así como un aceite para masajear el muslo y la zona lumbar. Durante más de 30 noches estuvimos dedicando una hora cada vez a preparar las hierbitas y untarle la pierna con la loción... sin resultados satisfactorios.

Desistió. Y se fue a un segundo fisioterapeuta que le recomendaron. Éste, al verle, exclamó que tenía la musculatura tan agarrotada que no podía hacerle nada. Le mandó seguir una tabla de estiramientos de 1 hora cada día, le dijo que nada de correr y, como mucho, que nadara relajadamente en agua templada; eso durante 15 días. Transcurrido ese tiempo, Adrián estaba peor. Entonces empezaron a hacerle masajes... que de nada sirvieron.
A todo esto, todavía no sabíamos cuál era la causa de las molestias.

Entre uno y otro, Adrián llamó a la Federación de Montaña para pedir un médico que le visitara. Le dieron las referencias de uno que, al preguntarle la edad, le espetó que “eso era algo normal a los 39 años”. Apaga y vámonos.

A lo largo de este periplo –del que os ahorro varios capítulos-, le hicieron análisis de todo tipo e incluso un TAC. Nada.
Finalmente, hastiado ya de todo, llamó a un buen amigo suyo que es médico y deportista. Sólo de hablar por teléfono le dijo que de entrada pidiera una resonancia; y que luego fuera a verle.
Y para allá que nos fuimos la semana pasada: a Huelva, que es donde vive y trabaja José Luis.


Tras las preguntas de rigor y algunas pruebas básicas para comprobar si la molestia era el resultado de una rotura de fibras o una tendinitis (como parecía indicar la resonancia), pasó a mirarle las plantas de los pies y la longitud de las piernas. Nos mandó a la planta subterránea de la clínica, a Radiología. Al cabo de un rato, ante nuestros ojos, colgaba una radiografía con la nítida imagen de la pelvis de Adrián... Et voilà: La pierna derecha es 1,5 cm más larga que la izquierda.

En 24 horas teníamos la causa (disimetría) y la solución: un alza de silicona para entrenar y otra normal para el día a día. Eso sí, con cinco meses de “demora” y demasiada incompetencia acumulada.
Ahora somos baja para la travesía de los Alpes, que esperamos poder correr el año que viene...

17 comentaris:

Mariano Zurdo ha dit...

Desde mi vagancia, y vista la prueba de los Alpes, no sé qué decirte...
No, en serio. Es que la medicina es una ciencia hecha para profesionales concienzudos, no para vagos que se amparan en diagnósticos facilones.
Gracias a médicos de estos, tengo la espalda hecha un ocho y una rodilla y un tobillos hechos ciscos.
Espero que se haya solucionado con las plantillas y que podáis seguir disfrutando juntos de esa pasión por el deporte y la montaña.
Besitos/azos.

Viguetana ha dit...

Gracias, Mariano.
La verdad es que es de pena. ¿Cómo se puede ser tan incompetente y tener tan poca empatía? ¿De verdad desean ser médicos y fisioterapeutas? Lo dudo mucho.
Siento lo de tu espalda, tu rodilla y tu tobillo. Madre mía... La próxima vez te paso los datos de contacto de José Luís. Que Huelva a ti te pilla más cerca.

Desesperada ha dit...

alucino. es que alucino. pobre adrián, macho. ¡hasta huelva por una pierna!

eso de la diferencia de longitud le pasa a uno de mis hermanos, tardaron muchísimo en detectárselo y tuvo mogollón de problemas, hay que ver...

Viguetana ha dit...

Pues sí, Deses, alucinante de verdad. Porque en alguien como Adrián, que lleva toda la vida practicando deporte y que te dice que no se ha caído ni ha notado ninguna rotura, ni ha hecho un mal gesto, parece de cajón que la causa de todo sea de tipo estructural... Vamos, que yo, que no tengo ni idea de medicina, ¡me imaginé que podía ser algo así desde el principio!

Anònim ha dit...

Hola Ester! Com me n'alegro que finalment hagueu trobat el motiu de les molèsties! Aviam si amb aquesta solució podeu sortir a còrrer plegats ben aviat! Llàstima que la incompetència d'uns quants us hagin aixafat els plans d'aquest any, però l'any que vé tindreu una altra oportunitat :-)Ànims i records a l'Adrián.
Nuria

Viguetana ha dit...

Doncs sí, Nuria, aviam si a partir d'ara, la cosa va a més.
Espero que vosaltres continueu amb el vostre repte personal cap a Santiago!
Petonets

Anònim ha dit...

Pues no :-(
Aquest deu ser l'any dels plans truncats... Ja t'explicaré...
Nuria

Viguetana ha dit...

Jopeeeeeee....
;-(

Anònim ha dit...

A un amigo mío le pasó algo semejante, pero con las cervicales. Lleva tres meses sin poder moverse y !todavía no le han dado tratamiento específico! Y ha pasado por unos cuantos matasanos. Ánimos para Adrián y biquiños para ti.

Viguetana ha dit...

Pues yo conozco a unos osteópatas buenísimos... pero están en Terrassa.
Si tu amigo está muy desesperado, te puedo pasar las señas.
Graciñas por los biquiños.
;-)
Más bicos de vuelta.

Carlos Añejo ha dit...

Leyendo el post y los comentarios relacionados me han entrado en dolor en todo el cuerpo que no puedo ni escribir.

Espero que la solución de la plantilla sea efectiva, y el año que viene os podais ir a patearos los Alpes

Por cierto, sólo de pensar en lo de los Alpes me ha entrado un cansancio en todo el cuerpo que no puedo ni escribir.

banderas ha dit...

Vaya Ester... ¡cuánto lo siento!... con la ilusión que teníais puesta en la Transalpina famosa.

Ahora es cuando me toca decir eso de... yo te recomendé un fisio al que tu Adrián no fué (aunque a lo mejor tampoco daba con el tema, claro) y que a mi y a mis padres y hermano (sí, a toda la familia) nos ha ido genial cuando lo hemos necesitado.

A mi hermano cierto traumatólogo vigués de fama nacional le dijo, a sus 21 años, que cierta molestia era del crecimiento y que muchos deportistas de élite tenían lo mismo y que no era para tanto... ¡manda huevos!

A mi padre el fisio del Celta le dió unas sesiones de ultrasonidos en un hombro y una infiltración (o como sea que eso se llame) y ya está... a los dos días recurrió a este otro fisio y en una semana como nuevo no, pero casi.

No me lío más... el resúmen es que en estos temas hay mucho incompetente con una fama inmerecida y también cuenta lo de tener algo de suerte. A lo que se ve, la medicina no es una ciencia muy exacta que digamos.

P.D. Conozco también una ortopeda seria, buena y baratita en el centro de Vigo... es un encanto, además. Bicos.

Anònim ha dit...

Po qué te crees que yo no voy al médico para tratar mis varices, mis vértigos, mi espalda, mi......,jajajajajajajaj.
Me alegro que se solucionara, y lo de los Alpes.... ya verás qué pronto se pasa un año.

Viguetana ha dit...

Lo sé, Banderas, lo sé... Y yo me he acordado más de una vez (y de dos) de tu fisio. Pero Adrián decidía también en función de la comodidad para llegar al sitio desde el trabajo. En fin...

Vitruvia, lo dices riendo pero es muy triste que nos cueste tanto ir a ver al médico y otros profesionales de la salud (yo la primera) porque no confiamos en ellos. Muy triste.
Eso sí: España es un país desarrollado, pfff...

Elena Casero ha dit...

¡vaya putada!
¿imagina que con las hierbas va y le crece la pierna?
menos mal que no se las pusiste en la pierna equivocada ....

Dichosa medicina, de verdad ....

fractal ha dit...

Viguetana, tú has tenido la cortesía de ahorrarnos los detalles de la historia. Yo tampoco entraré a detallar la mía. Sólo te digo que descubrí una palabra nueva: yatrogenia.
Me n'alegro que al final tot s'hagi solucionat a casa teva. Si algún dia necessito un bon osteopata et demanaré l'adreça dels teus amics de Terrassa. Visc molt aprop.
I ara, tots a córrer, no sigui que ens arreplegui un mal tanto...

Gràcies pel teu comentari a Liter. Quan algú ens "llegeix", fa el més gran apreci.
Bon cap de setmana.

Viguetana ha dit...

jajaja! Pues sí, escriptorum54, menos mal que las hierbitas no tuvieron efectos secundarios!! De hecho no tuvieron efectos. Punto. jajaja!

Frac: he tenido que buscar la palabreja en el diccionario y me hago a la idea de por dónde van los tiros de tu historia...
Quan vulguis, et passo aquest contacte. Em consta que són bons professionals i bona gent.
Una abraçada!